La hipermetropía es un error refractivo: la imagen se forma por detrás de la retina. El resultado clásico es visión de cerca borrosa; según la edad y el grado, también puede notarse de lejos, con cansancio visual y dolor de cabeza tras leer o usar pantallas. No es una “enfermedad” en sí, sino una condición óptica del ojo.
Síntomas típicos en adultos y niños
- Adultos: visión de cerca borrosa, cefalea al final de la jornada, “empujar” el texto lejos, entrecerrar.
- Niños: se acercan mucho, evitan tareas de cerca, rinden peor en lectura; en hipermetropías altas puede aparecer estrabismo (un ojo se desvía para evitar el esfuerzo).
- Señales de alarma: cierre de un ojo, guiños frecuentes, dolor de cabeza en el cole, rechazo a leer.
Causas de la hipermetropía
Las dos grandes causas son: longitud axial corta y córnea plana. A veces coexiste con el astigmatismo. Con la edad, la capacidad de acomodación disminuye y la hipermetropía “se siente” más.
¿Cuándo ir al oftalmólogo?
- Niños: revisión temprana (antes de los 5 años) y luego según indique el especialista. La hipermetropía no detectada puede condicionar el desarrollo visual y escolar.
- Adultos jóvenes (18–39): si hay cefaleas, fatiga o dificultad de cerca. Una visita completa cada 1–2 años.
- Mayores de 40–45: se suma la presbicia; conviene revisión anual para ajustar corrección y revisar retina, cristalino y presión ocular.
Siempre antes de cirugía refractiva: hace falta un estudio mucho más exhaustivo que solo una graduación en óptica.

Diagnóstico de la hipermetropía
Examen con dilatación, refracción y pruebas complementarias
Para tener la foto completa, se hace:
- Refracción bajo ciclopléjico (con dilatación): “apaga” la acomodación y revela la hipermetropía real.
- Topografía/tomografía corneal: mapas 3D para ver curvatura y descartar irregularidades.
- Paquimetría: grosor corneal (clave si pensamos en láser).
- Aberrometría: aberraciones de alto orden (explican halos o calidad visual irregular).
- Exploración de segmento anterior y fondo de ojo: superficie ocular, cristalino, retina.
Diferencias entre hipermetropía y presbicia
- Hipermetropía: falta potencia del sistema óptico; afecta sobre todo de cerca y puede estar desde joven.
- Presbicia: el cristalino pierde enfoque con la edad (40+); incluso miopes e hipermétropes la notan.
- Ambas pueden coexistir: un hipermétrope de 45 años suele notar un salto mayor en dificultad de cerca.
¿Cómo se corrige la hipermetropía?
Anteojos y lentes de contacto (pros y contras)
- Anteojos: lentes convergentes (positivas).
- Pros: sencillas, económicas, seguras.
- Contras: efecto lupa en altas potencias y campos algo reducidos.
- Lentes de contacto: excelente calidad óptica y campo. Requieren higiene estricta y descansos; no son para todo el mundo (ojo seco, alergias, horarios).
Opciones quirúrgicas para corregir la hipermetropía: láser en córnea vs. lentes intraoculares
- Láser en córnea (PRK o (Femto)-LASIK): el láser excímer “añade” potencia al sistema corneal con un patrón que eleva la periferia. En hipermetropía suelen pedirse zonas ópticas generosas y centrado fino (si no, puede haber halos nocturnos).
- Lentes fáquicas (ICL): muy útiles en hipermetropía alta o córneas poco favorables; no tallan la córnea y son reversibles.
- Lensectomía refractiva (RLE): en mayores con presbicia y cristalino ya envejecido, sustituimos el cristalino por una lente intraocular (monofocal, tórica, EDOF o multifocal) según expectativas.
En hipermetropías medias-bajas y córneas adecuadas, se suele plantear (Femto)-LASIK por su recuperación rápida. Cuando la anatomía no da permiso (córnea fina/irregular o graduación alta), priorizamos ICL o RLE según la edad y el estado del cristalino.
Preguntas Frecuentes
En algunos niños, una parte se compensa con el crecimiento ocular, pero no sepia una corrección completa, por eso graduamos y vigilamos.
No. Depende de edad, grado, grosor corneal y mapas. En altas hipermetropías o córneas límite prefiero ICL o RLE.
Si tienes 40+, la presbicia seguirá su curso. Podemos hablar de monovisión leve o de LIOs según tu caso.
Posiblemente, pero primero hay que estudiar la lágrima y la córnea. La cirugía no “cura” el ojo seco preexistente.
Se corrigen juntos. El punto clave es planificar bien la zona óptica y el centrado
