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¿Qué son las cataratas y qué síntomas producen?
- 1.1 Visión borrosa o nublada
- 1.2 Sensibilidad a la luz o al resplandor
- 1.3 Dificultad para ver de lejos o de cerca
- 1.4 Cambios frecuentes en la graduación de las gafas o las lentes de contacto
- 1.5 Pérdida de intensidad o brillo de los colores
- 1.6 Visión doble o múltiple en un solo ojo
- 1.7 Problemas para ver los contrastes o los detalles
- 1.8 Necesidad de más luz para leer o realizar otras actividades
- 2 Causas de aparición de cataratas en los ojos
- 3 ¿Qué tipo de tratamiento existe para las cataratas?
- 4 ¿Qué cuidados debes tener antes y después de la cirugía de cataratas?
- 5 Conclusión
Las cataratas son una afección ocular que afecta a millones de personas en el mundo, especialmente a las de edad avanzada. Se producen cuando el cristalino, la lente natural del ojo que enfoca la luz, se vuelve opaco y nublado, dificultando la visión. Afortunadamente, las cataratas tienen tratamiento y se pueden solucionar mediante una cirugía sencilla y segura que consiste en extraer el cristalino dañado y reemplazarlo por una lente artificial.
Esta operación suele durar unos 15 minutos por ojo y se realiza con anestesia local. La mayoría de los pacientes recuperan una visión clara y nítida después de la cirugía y pueden volver a sus actividades normales en poco tiempo. Las cataratas pueden causar problemas para realizar actividades cotidianas como leer, conducir o ver la televisión, y pueden aumentar el riesgo de accidentes o caídas.
¿Qué son las cataratas y qué síntomas producen?

Las cataratas son un problema ocular que se caracteriza por la pérdida de transparencia del cristalino, la lente natural del ojo que se encarga de enfocar la luz que entra en la retina. El cristalino está formado por proteínas y agua, y con el paso del tiempo puede sufrir cambios en su estructura que hacen que se vuelva opaco y nublado. Esto impide que la luz pase correctamente y provoca una visión borrosa, deslumbramientos, cambios en la percepción de los colores o dificultad para ver de noche.
Las cataratas suelen desarrollarse de forma gradual y progresiva, y pueden afectar a uno o a ambos ojos. Al principio pueden pasar desapercibidas o no causar molestias, pero a medida que avanzan pueden interferir con la calidad de vida de las personas. Algunos de los síntomas más comunes de las cataratas son:
Visión borrosa o nublada
Incapacidad para ver con claridad, como si la imagen estuviera desenfocada.
Sensibilidad a la luz o al resplandor
Malestar o dificultad visual debido a la exposición a la luz, incluso en niveles normales.
Dificultad para ver de lejos o de cerca
Problemas en la capacidad de enfoque, ya sea para objetos cercanos o distantes.
Cambios frecuentes en la graduación de las gafas o las lentes de contacto
Necesidad de ajustar constantemente la prescripción de las correcciones visuales.
Pérdida de intensidad o brillo de los colores
Disminución en la percepción de colores vivos o la luminosidad de los mismos.
Visión doble o múltiple en un solo ojo
Ver una imagen como dos o más superpuestas, incluso con un solo ojo abierto.
Problemas para ver los contrastes o los detalles
Dificultad para percibir diferencias sutiles en tonos o para distinguir detalles finos.
Necesidad de más luz para leer o realizar otras actividades
Requerir niveles más altos de iluminación para realizar tareas visuales, como la lectura.
Si notas alguno de estos síntomas, es importante que acudas al oftalmólogo para que te examine los ojos y te indique si tienes cataratas u otra afección ocular. El diagnóstico precoz es fundamental para evitar complicaciones y elegir el tratamiento para cataratas más adecuado.

Causas de aparición de cataratas en los ojos
Las cataratas son una consecuencia natural del envejecimiento del ojo, por lo que su principal factor de riesgo es la edad. Se estima que más del 50% de las personas mayores de 65 años tienen algún grado de catarata, y que este porcentaje aumenta al 90% en las personas mayores de 75 años.
Sin embargo, existen otros factores que pueden acelerar o favorecer el desarrollo de las cataratas, como:
- La exposición prolongada a la radiación ultravioleta (UV) del sol sin protección adecuada
- El consumo excesivo de alcohol o tabaco
- La diabetes u otras enfermedades metabólicas que alteran el equilibrio del azúcar en la sangre
- El uso prolongado o inadecuado de ciertos medicamentos, como los corticoides
- Los traumatismos o lesiones en el ojo
- Las infecciones o inflamaciones oculares
- Los antecedentes familiares de cataratas
- Algunos factores congénitos o genéticos que hacen que algunas personas nazcan con cataratas o las desarrollen en la infancia
Para prevenir o retrasar la aparición de las cataratas, es conveniente adoptar hábitos saludables que cuiden nuestra salud visual, como:
- Proteger los ojos del sol con gafas de sol homologadas que filtren los rayos UV
- Evitar el consumo de alcohol y tabaco, o reducirlo al mínimo
- Controlar los niveles de azúcar en la sangre, especialmente si se tiene diabetes
- Seguir las indicaciones del médico sobre el uso de medicamentos que puedan afectar al cristalino
- Proteger los ojos de posibles golpes o heridas con gafas protectoras adecuadas
- Acudir al oftalmólogo periódicamente para revisar la salud ocular y detectar posibles problemas a tiempo
¿Qué tipo de tratamiento existe para las cataratas?

El único tratamiento efectivo para las cataratas es la cirugía, que consiste en extraer el cristalino opaco y sustituirlo por una lente intraocular (LIO) artificial. Esta lente se adapta al ojo y permite recuperar una visión clara y nítida. La cirugía de cataratas es una de las más frecuentes y seguras en el ámbito oftalmológico, y tiene una tasa de éxito superior al 95%.
La cirugía de cataratas se realiza con anestesia local, mediante unas gotas que adormecen el ojo, y no requiere ingreso hospitalario. El tratamiento para cataratas suele durar unos 15 minutos por ojo, y se realiza mediante una técnica llamada facoemulsificación, que consiste en hacer una pequeña incisión en la córnea, introducir una sonda ultrasónica que fragmenta y aspira el cristalino, e implantar la lente intraocular en el mismo lugar. La incisión se sella por sí sola sin necesidad de puntos de sutura.
Existen diferentes tipos de lentes intraoculares que se pueden elegir según las necesidades y preferencias de cada paciente. Las más comunes son:
Lentes monofocales
Son las más sencillas y económicas, y permiten enfocar a una sola distancia, normalmente lejana. El paciente puede necesitar gafas para ver de cerca o para corregir otros defectos visuales como el astigmatismo.
Lentes multifocales
Permiten enfocar a varias distancias (lejana, intermedia y cercana) y reducen o eliminan la dependencia de las gafas. Sin embargo, pueden causar algunos efectos secundarios como halos o destellos alrededor de las luces.
Lentes trifocales
Son una evolución de las multifocales que mejoran la visión intermedia y minimizan los efectos secundarios. Ofrecen una mayor calidad visual y una mayor independencia de las gafas.
Lentes tóricas
Son lentes monofocales o multifocales que además corrigen el astigmatismo, un defecto visual que provoca una visión distorsionada debido a la forma irregular de la córnea.
Lentes de Rango extendido (EDOF)
Nueva generación de lentes como alternativa a los lentes Multifocales. Acaban sustituyendo a las monofocales ya que suponen una mejoría en su evolución. Las lentes EDOF (Extend Depth Of Focus) priorizan un foco perfecto en visión lejana y de media distancia (60cm a 1.5 mts)
La decisión sobre el tipo de lente intraocular más adecuado para cada caso debe tomarse conjuntamente con el oftalmólogo, teniendo en cuenta las características del ojo, el estilo de vida y las expectativas del paciente.
¿Qué cuidados debes tener antes y después de la cirugía de cataratas?
Antes de la cirugía de cataratas, es necesario realizar una serie de pruebas oftalmológicas para medir la presión intraocular, el grosor corneal, la curvatura corneal, la longitud axial del ojo y el tamaño del cristalino. Estos datos permiten calcular la potencia y el tipo de lente intraocular más adecuado para cada paciente.
También es importante informar al oftalmólogo sobre los medicamentos que se están tomando, especialmente si son anticoagulantes o antiinflamatorios, ya que pueden interferir con la cirugía. El médico indicará si es necesario suspenderlos temporalmente o ajustar la dosis.
El día de la cirugía se recomienda acudir con ropa cómoda y sin maquillaje ni joyas. Se debe seguir las indicaciones del oftalmólogo sobre el ayuno previo y la administración de las gotas anestésicas. Es necesario ir acompañado de una persona que pueda ayudar al paciente después de la operación.
Después de la Cirugía cataratas
El paciente puede notar algunas molestias como escozor, picor, lagrimeo o sensibilidad a la luz, que suelen desaparecer en unos días. El oftalmólogo recetará unas gotas antiinflamatorias y antibióticas para prevenir infecciones y facilitar la cicatrización. También se debe usar un protector ocular durante la noche para evitar frotar o golpear el ojo operado.
Es importante seguir las recomendaciones del oftalmólogo sobre los cuidados postoperatorios, que pueden variar según el tipo de cirugía y de lente intraocular. Algunas de las medidas generales son:
- Evitar el contacto directo con el agua, especialmente la del grifo, la piscina o el mar, durante al menos una semana
- Evitar el maquillaje, las cremas o los perfumes cerca del ojo operado durante al menos dos semanas
- Evitar los esfuerzos físicos, las actividades deportivas o los movimientos bruscos durante al menos un mes
- Evitar los ambientes con polvo, humo o vapores que puedan irritar el ojo operado
- Utilizar gafas de sol cuando se salga a la calle para proteger el ojo de la luz y de posibles golpes
- Consultar al oftalmólogo antes de conducir, viajar en avión o retomar el trabajo
- Acudir a las revisiones periódicas para comprobar la evolución del ojo operado y ajustar la graduación de las gafas si es necesario
La mayoría de los pacientes notan una mejoría significativa de la visión en los días posteriores a la cirugía, aunque puede haber algunas variaciones según el tipo de lente intraocular y el grado de adaptación del paciente. En algunos casos puede ser necesario realizar una segunda intervención para eliminar una opacidad secundaria que se forma en la cápsula posterior del cristalino, donde se aloja la lente intraocular. Esta intervención se llama capsulotomía y se realiza con láser.
Conclusión

Las cataratas son una afección ocular muy frecuente que afecta a la calidad de vida de las personas que las padecen. Se producen por la pérdida de transparencia del cristalino, la lente natural del ojo que enfoca la luz. El único tratamiento efectivo para las cataratas es la cirugía, que consiste en extraer el cristalino opaco y reemplazarlo por una lente intraocular artificial.
La cirugía de cataratas es una operación sencilla y segura que permite recuperar una visión clara y nítida. Existen diferentes tipos de lentes intraoculares que se pueden elegir según las necesidades y preferencias de cada paciente. Antes y después de la cirugía es importante seguir las indicaciones del oftalmólogo sobre tratamiento para cataratas.
Las cataratas se pueden prevenir o retrasar adoptando hábitos saludables que cuiden nuestra salud visual, como proteger los ojos del sol, evitar el consumo de alcohol y tabaco, controlar los niveles de azúcar en sangre y acudir al oftalmólogo periódicamente.