¿Qué es la degeneración macular relacionada con la edad?
La degeneración macular es una enfermedad ocular que afecta la parte central de la retina, llamada mácula. La mácula es responsable de la visión fina y detallada, como la que se necesita para leer, reconocer caras o conducir. Cuando la mácula se deteriora, se produce una pérdida progresiva de la visión central, lo que dificulta realizar estas actividades.
La degeneración macular es la principal causa de ceguera legal en personas mayores de 60 años en los países desarrollados. Se estima que afecta a más de 30 millones de personas en el mundo y que su prevalencia aumentará en los próximos años debido al envejecimiento de la población.
¿Cuáles son los tipos y etapas de la degeneración macular relacionada con la edad?
La degeneración macular relacionada con la edad (DMAE) se clasifica principalmente en dos tipos: seca y húmeda.
Degeneración macular seca:
- También conocida como atrofia geográfica.
- Es la forma más común de DMAE, representando aproximadamente el 85-90% de los casos.
- Se caracteriza por la acumulación de drusas (depósitos amarillos) debajo de la retina.
- La pérdida de visión es gradual y progresiva.
Degeneración macular húmeda:
- También llamada neovascular o exudativa.
- Es menos común, pero generalmente más grave que la forma seca.
- Se produce cuando los vasos sanguíneos anormales crecen debajo de la retina y pueden sangrar o gotear fluidos, causando cicatrices y daño en la mácula.
- La pérdida de visión puede ser rápida y severa.
Además de estos tipos, la DMAE se puede clasificar en diferentes etapas:
Temprana
- Puede estar presente sin síntomas evidentes.
- Se caracteriza por la presencia de drusas en la retina.
Intermedia:
- Puede haber un aumento en el número y tamaño de las drusas.
- Puede experimentarse una pérdida gradual de la visión central.
Avanzada:
- Se puede manifestar como DMAE seca avanzada o DMAE húmeda.
- En la DMAE seca avanzada, hay una pérdida significativa de la visión central debido al adelgazamiento de la retina y la formación de áreas de atrofia.
- En la DMAE húmeda avanzada, los síntomas son más graves, con un deterioro rápido de la visión central debido a la formación de vasos sanguíneos anormales y posibles hemorragias o cicatrices en la mácula.
Es importante tener en cuenta que la DMAE puede afectar a cada persona de manera diferente, por lo que es crucial realizar exámenes oftalmológicos regulares para detectar cualquier cambio en la visión y recibir un tratamiento adecuado según el tipo y la etapa de la enfermedad.
Síntomas y diagnóstico de la degeneración macular
Los síntomas más habituales de la degeneración macular son:
- Dificultad para ver con claridad los objetos o las letras pequeñas.
- Distorsión o deformación de las líneas rectas o las formas geométricas.
- Aparición de una mancha oscura o borrosa en el centro del campo visual.
- Cambio en la percepción de los colores o el brillo.
- Necesidad de más luz para ver bien.
Estos síntomas pueden variar según el tipo y el grado de degeneración macular y pueden afectar a uno o ambos ojos. Es importante consultar con un oftalmólogo ante cualquier signo de alteración visual, ya que un diagnóstico precoz puede mejorar el pronóstico y el tratamiento de la enfermedad.
El diagnóstico de la degeneración macular se basa en la exploración del fondo del ojo mediante un oftalmoscopio o una lámpara de hendidura, que permite observar el estado de la retina y la mácula. También se pueden realizar otras pruebas complementarias, como:
La tomografía de coherencia óptica (OCT)
Es una técnica no invasiva que usa rayos láser para obtener imágenes tridimensionales de alta resolución de las capas internas de la retina.
La Angiografía Fluoresceínica o con Indocianina Verde
Que consiste en inyectar un colorante en una vena del brazo y tomar fotografías del fondo del ojo para detectar posibles fugas o neovascularización (crecimiento anormal de vasos sanguíneos).
El test de Amsler
El test de Amsler es una herramienta utilizada para evaluar la función macular y detectar posibles anomalías en la visión central, especialmente en pacientes con degeneración macular relacionada con la edad (DMAE) u otras condiciones que afectan la mácula. Consiste en una cuadrícula impresa en una tarjeta o papel, con un punto de enfoque en el centro.
Para realizar el test de Amsler, el paciente debe seguir estos pasos:
- Colocarse a una distancia cómoda del papel, generalmente alrededor de 30-40 centímetros.
- Cubrirse un ojo (generalmente el derecho) con la mano y mantener el otro ojo abierto.
- Fijar la vista en el punto central de la cuadrícula (el punto de enfoque).
- Observar si hay distorsiones, líneas torcidas, áreas borrosas, o ausencia de partes de la cuadrícula mientras se mantiene la mirada en el punto central.
- Repetir el procedimiento con el otro ojo.
Si el paciente nota alguna anomalía durante la realización del test de Amsler, como líneas onduladas o zonas faltantes en la cuadrícula, podría indicar la presencia de problemas maculares. En ese caso, es importante informar a un oftalmólogo o profesional de la salud visual para una evaluación más detallada y un posible diagnóstico y tratamiento.
Tratamiento y prevención de la degeneración macular
El tratamiento de la degeneración macular depende del tipo y la severidad de la enfermedad. En general, no existe una cura definitiva para esta patología, pero se pueden aplicar algunas medidas para frenar su avance, mejorar los síntomas y preservar la calidad de vida de los pacientes.
Tratamiento de la degeneración macular seca
La forma seca de la degeneración macular no tiene un tratamiento específico que pueda revertir el daño causado en la mácula. Sin embargo, algunos estudios han demostrado que el consumo de ciertos suplementos nutricionales puede retrasar la progresión de la enfermedad y reducir el riesgo de desarrollar la forma húmeda.
Estos suplementos contienen antioxidantes, como las vitaminas C y E, el betacaroteno y el zinc, y ácidos grasos omega-3, que tienen propiedades antiinflamatorias y protectoras de los vasos sanguíneos.
Tratamiento de la degeneración macular húmeda
La forma húmeda de la degeneración macular requiere un tratamiento urgente para evitar la pérdida irreversible de la visión. El tratamiento más efectivo y utilizado en la actualidad es la inyección intravítrea de fármacos antiangiogénicos o anti-VEGF, que bloquean el factor de crecimiento endotelial vascular, una sustancia que estimula el desarrollo de vasos sanguíneos anormales bajo la retina.
Estos fármacos se aplican directamente en el ojo mediante una aguja muy fina y suelen requerir varias sesiones para mantener sus efectos.
Otras opciones de tratamiento para la degeneración macular húmeda son la fotocoagulación láser o la terapia fotodinámica, que consisten en aplicar un haz de luz o un láser sobre los vasos sanguíneos anormales para sellarlos o destruirlos.
Prevención de la degeneración macular
La degeneración macular es una enfermedad multifactorial, en la que intervienen factores genéticos y ambientales. Algunos de estos factores no se pueden modificar, como la edad o el sexo, pero otros sí se pueden controlar o prevenir para reducir el riesgo de padecer esta patología o retrasar su aparición. Algunas medidas preventivas son:
- Evitar el tabaquismo, que es el principal factor de riesgo modificable para la degeneración macular. Fumar aumenta el estrés oxidativo y la inflamación en los tejidos oculares y reduce el aporte de oxígeno y nutrientes a la retina.
- Proteger los ojos de la radiación ultravioleta (UV) y la luz azul, que pueden dañar las células de la mácula. Para ello, se debe usar gafas de sol con filtro UV y evitar mirar directamente al sol o a fuentes de luz intensa.
- Llevar una dieta equilibrada y variada, rica en frutas, verduras, pescado azul y frutos secos, que aportan antioxidantes y ácidos grasos omega-3 beneficiosos para la salud ocular. También se debe limitar el consumo de grasas saturadas, azúcares refinados y sal, que favorecen el desarrollo de enfermedades cardiovasculares asociadas.
- Mantener un peso adecuado y practicar ejercicio físico regularmente, ayuda a prevenir la obesidad, la diabetes y la hipertensión arterial, que son factores de riesgo para la degeneración macular.
- Controlar las enfermedades crónicas que pueden afectar a los vasos sanguíneos del ojo, como la diabetes o la hipertensión arterial. Para ello, se debe seguir el tratamiento médico indicado y realizar controles periódicos.
- Realizar revisiones oftalmológicas anuales a partir de los 50 años o antes si se tiene antecedentes familiares o personales de degeneración macular. Esto permite detectar precozmente cualquier alteración en la visión y aplicar el tratamiento más adecuado.
Elige al especialista adecuado
Para encontrar al especialista en degeneración macular más adecuado, se puede recurrir a diferentes fuentes de información, como:
- El médico de cabecera o el oftalmólogo general, que pueden derivar al paciente a un especialista en degeneración macular si lo consideran necesario o si el paciente lo solicita.
- Las asociaciones de pacientes con degeneración macular, que pueden ofrecer información y asesoramiento sobre los especialistas en degeneración macular más recomendados o cercanos al domicilio del paciente.
- Las páginas web o las aplicaciones móviles especializadas en salud, que pueden facilitar la búsqueda y la comparación de los especialistas en degeneración macular según diferentes criterios, como la ubicación, la experiencia, las opiniones de otros pacientes o la disponibilidad de citas.
- El boca a boca o las recomendaciones personales, que pueden ser una fuente fiable y cercana de información sobre el especialista en degeneración macular que han atendido a familiares, amigos o conocidos con esta enfermedad.
Sea cual sea la fuente de información elegida, es importante tener en cuenta algunos aspectos a la hora de seleccionar al especialista en degeneración macular más adecuado, como:
La formación académica y la experiencia
Deben estar avaladas por títulos oficiales y por una trayectoria reconocida en el campo de la oftalmología y la retina.
La actualización constante del especialista
Estar al día de los avances científicos y tecnológicos relacionados con la degeneración macular y participar activamente en cursos, congresos o publicaciones sobre esta materia.
La disponibilidad y accesibilidad
Debe ofrecer facilidades para concertar una cita, acudir a su consulta o contactar con él en caso de urgencia o duda.
La calidad humana y el trato personalizado
Transmitir confianza, seguridad y empatía al paciente, escuchar sus necesidades y expectativas, explicarle con claridad su diagnóstico y su tratamiento, resolver sus dudas e inquietudes y acompañarlo durante todo el proceso.
La degeneración macular es una enfermedad ocular grave que requiere una atención especializada y de calidad. Elegir al especialista adecuado puede marcar la diferencia entre conservar o perder la visión central. Por eso, es importante informarse bien y comparar las opciones disponibles antes de tomar una decisión. Recuerda que tu salud ocular está en tus mano
Conclusión
La degeneración macular es una enfermedad ocular grave que afecta a millones de personas en el mundo y que puede provocar una pérdida irreversible de la visión central. Por ello, es fundamental conocer sus síntomas, factores de riesgo y opciones de tratamiento, así como adoptar medidas preventivas para cuidar la salud ocular y evitar o retrasar el avance de la enfermedad.
Sin embargo, no basta con tener información sobre la degeneración macular, sino que también es necesario elegir al especialista adecuado que pueda ofrecer una atención personalizada, profesional y de calidad a cada paciente. Un especialista en degeneración macular es un oftalmólogo que se ha formado y capacitado específicamente para diagnosticar y tratar esta patología, utilizando las técnicas y los recursos más avanzados y actualizados.