Desprendimiento de Retina: Causas, Síntomas y Tratamiento

Editorial

Te mantenemos al tanto de todas las novedades.

¿Qué es un desprendimiento de retina?

El desprendimiento de retina es una condición grave que puede afectar a la visión y provocar ceguera si no se trata a tiempo. Se produce cuando la retina, la capa de tejido sensible a la luz que recubre el fondo del ojo, se separa de la capa subyacente, llamada epitelio pigmentario. Esto impide que la retina reciba el oxígeno y los nutrientes que necesita para funcionar correctamente y transmitir las imágenes al cerebro.

En este artículo, te explicaremos qué es el desprendimiento de retina, cuáles son sus tipos, causas, síntomas, diagnóstico, tratamiento y prevención. También te daremos algunos consejos para cuidar tu salud ocular y evitar complicaciones.

Tipos de desprendimiento de retina

Existen tres tipos principales de desprendimiento de retina, según la causa que lo origine:

Desprendimiento de retina regmatógeno

Es el más frecuente y se debe a una rotura o desgarro en la retina, que permite que el líquido del interior del ojo, llamado vítreo, se filtre por debajo de la retina y la empuje hacia afuera. La rotura puede ser causada por el envejecimiento, la miopía, las lesiones oculares, la cirugía ocular o algunas enfermedades oculares que debilitan la retina.

Desprendimiento de retina traccional

Se produce por una tracción o tensión de la retina, causada por unas membranas fibrosas que se forman en la superficie de la retina y tiran de ella. Estas membranas pueden ser consecuencia de la diabetes, la inflamación, la infección, el trauma o la cirugía ocular. Este tipo de desprendimiento no implica una rotura retinal, sino una separación mecánica.

Desprendimiento de retina exudativo o seroso

Se debe a la acumulación de líquido debajo de la retina, sin que haya una rotura o una tracción. El líquido puede provenir de la coroides, la capa de vasos sanguíneos que está debajo del epitelio pigmentario, o de otras partes del ojo. Este tipo de desprendimiento puede estar asociado a tumores, infecciones, inflamaciones, anomalías vasculares o enfermedades sistémicas.

Causas del desprendimiento de retina

Como hemos visto, el desprendimiento de retina puede tener diferentes causas, según el tipo que sea. Sin embargo, hay algunos factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de sufrir esta condición, como:

  • La edad: El desprendimiento de retina es más común en personas mayores de 40 años, ya que el vítreo se vuelve más líquido y se encoge con el paso del tiempo, lo que puede provocar una rotura o un desprendimiento de la retina.
  • La miopía: Los ojos miopes tienen una forma más alargada y una retina más fina y frágil, lo que los hace más propensos a sufrir roturas o desgarros retinales y, por tanto, desprendimientos.
  • La historia familiar: Si tienes antecedentes familiares de desprendimiento de retina, tienes más riesgo de padecerlo, ya que puede haber una predisposición genética o una mayor incidencia de factores de riesgo.
  • Las lesiones oculares: Los traumatismos en el ojo, ya sean abiertos o cerrados, pueden causar roturas o desgarros en la retina, hemorragias en el vítreo o inflamación en el ojo, lo que puede favorecer el desprendimiento de retina.
  • La cirugía ocular: Algunas intervenciones quirúrgicas en el ojo, como la operación de cataratas, pueden alterar la estructura del vítreo o la retina, y provocar complicaciones que deriven en un desprendimiento de retina.
  • Las enfermedades oculares: Algunas patologías que afectan al ojo, como la retinopatía diabética, la degeneración macular, la uveítis, el glaucoma o los tumores, pueden dañar la retina o el vítreo, y causar un desprendimiento de retina por tracción o exudativo.
  • Las enfermedades sistémicas: Algunas enfermedades que afectan al organismo en general, como la hipertensión arterial, las enfermedades autoinmunes, las enfermedades infecciosas o el síndrome de Marfan, pueden alterar la circulación sanguínea o la producción de líquido en el ojo, y causar un desprendimiento de retina exudativo.

Síntomas del desprendimiento de retina

El desprendimiento de retina es una urgencia médica que requiere atención inmediata, ya que puede provocar una pérdida irreversible de la visión si no se trata a tiempo. Por eso, es importante reconocer sus síntomas y acudir al oftalmólogo lo antes posible. Los síntomas más comunes del desprendimiento de retina son:

Visión de moscas volantes

Son unas manchas o puntos negros que se mueven en el campo visual, y que se deben a la presencia de partículas en el vítreo. Pueden ser normales o indicar un desprendimiento del vítreo, que puede preceder a un desprendimiento de retina.

Destellos de luz

Son unos flashes o rayos de luz que se ven en el campo visual, y que se deben a la estimulación de la retina por el vítreo. Pueden indicar un desgarro o una rotura en la retina, que puede provocar un desprendimiento de retina.

Sombras o cortinas en el campo visual

Son unas zonas oscuras o borrosas que se ven en el campo visual, y que se deben a la separación de la retina. Pueden afectar a una parte o a todo el campo visual, según el tamaño y la localización del desprendimiento. Es el síntoma más grave y requiere atención urgente.

Pérdida de la visión central o periférica

Es la disminución o la ausencia de la capacidad de ver con claridad los objetos o las personas, y se debe a la afectación de la retina. Puede ser parcial o total, según el grado y la extensión del desprendimiento. Es el síntoma más avanzado y puede ser irreversible.

Diagnóstico del desprendimiento de retina

El diagnóstico del desprendimiento de retina se basa en la exploración oftalmológica, que incluye:

  • Historia clínica: Se recogen los datos personales, los antecedentes familiares y personales, los factores de riesgo, los síntomas y la evolución del paciente.
  • Agudeza visual: Se mide la capacidad de ver con nitidez los objetos o las letras a diferentes distancias, usando una tabla de Snellen o un optotipo. Se suele hacer con y sin corrección óptica (gafas o lentes de contacto).
  • Refracción: Se mide el grado de defecto refractivo (miopía, hipermetropía o astigmatismo) que tiene el paciente, usando un foróptero o una retinoscopia. Se suele hacer con gotas para dilatar la pupila y evitar la acomodación del cristalino.
  • Biomicroscopía: Se examina la parte anterior del ojo (córnea, cámara anterior, iris, cristalino y vítreo anterior), usando una lámpara de hendidura o un microscopio especial.
  • Tonometría: Se mide la presión intraocular (PIO), usando un tonómetro de aplanación o de aire. Se suele hacer con gotas anestésicas para evitar el dolor. La PIO normal es de 10 a 21 mmHg.
  • Oftalmoscopía directa e indirecta: Se examina la parte posterior del ojo (retina, nervio óptico, mácula y papila), usando un oftalmoscopio directo o indirecto. El oftalmoscopio directo es un instrumento que se acerca al ojo del paciente y proyecta una luz sobre la retina, permitiendo ver una imagen ampliada pero limitada de la retina central.
  • Ecografía ocular: Se realiza una exploración con ultrasonidos del ojo, usando una sonda que se aplica sobre el párpado o sobre el globo ocular. Se puede hacer con el ojo abierto o cerrado, y se suele usar un gel para facilitar el contacto.
  • Tomografía de coherencia óptica (OCT): Se realiza una exploración con rayos de luz infrarroja del ojo, usando un aparato que se coloca frente al ojo del paciente y que no requiere contacto.

Tratamiento del desprendimiento de retina

El tratamiento del desprendimiento de retina tiene como objetivo reponer la retina en su posición normal y sellar las posibles roturas o desgarros que la hayan causado. El tipo de tratamiento dependerá de la causa, el tamaño, la localización y la extensión del desprendimiento, así como de la visión y el estado general del paciente. Los principales tratamientos del desprendimiento de retina son:

Tratamiento láser o fotocoagulación

Consiste en aplicar rayos láser sobre la retina, alrededor de la rotura o el desgarro, para crear unas cicatrices que fijen la retina al epitelio pigmentario y eviten que el líquido del vítreo se filtre por debajo de la retina. El tratamiento láser se puede hacer en la consulta del oftalmólogo, con anestesia local y sin necesidad de ingreso hospitalario.

Crioterapia

Consiste en aplicar frío extremo sobre la retina, alrededor de la rotura o el desgarro, para crear unas cicatrices que fijen la retina al epitelio pigmentario y eviten que el líquido del vítreo se filtre por debajo de la retina. La crioterapia se puede hacer en la consulta del oftalmólogo, con anestesia local y sin necesidad de ingreso hospitalario.

Retinopexia neumática

Consiste en inyectar una burbuja de gas o de aire en el vítreo, que empuja la retina hacia el epitelio pigmentario y cierra la rotura o el desgarro retinal. La retinopexia neumática se puede hacer en la consulta del oftalmólogo o en el quirófano, con anestesia local y sin necesidad de ingreso hospitalario. La retinopexia neumática se suele combinar con el tratamiento láser o la crioterapia, para sellar la rotura o el desgarro retinal.

Esclerectomía o indentación escleral

Consiste en colocar una banda de silicona o de esponja sobre la esclera, la capa externa del ojo, que hace presión sobre el ojo y empuja la retina hacia el epitelio pigmentario, cerrando la rotura o el desgarro retinal. La esclerectomía se hace en el quirófano, con anestesia local o general y con ingreso hospitalario.

Vitrectomía

Consiste en extraer el vítreo del ojo, que se sustituye por una solución salina, una burbuja de gas o de aire, o un aceite de silicona, que rellenan el espacio vítreo y empujan la retina hacia el epitelio pigmentario, cerrando la rotura o el desgarro retinal. La vitrectomía se hace en el quirófano, con anestesia local o general y con ingreso hospitalario.

Prevención del desprendimiento de retina

El desprendimiento de retina no se puede prevenir por completo, ya que puede ocurrir por causas imprevisibles o inevitables. Sin embargo, hay algunas medidas que se pueden tomar para reducir el riesgo de sufrir esta condición, como:

Realizar revisiones oftalmológicas periódicas

Es importante acudir al oftalmólogo al menos una vez al año, o con más frecuencia si se tiene algún factor de riesgo, para detectar y tratar a tiempo posibles roturas o desgarros retinales, o cualquier otra alteración ocular que pueda causar o complicar un desprendimiento de retina.

Usar gafas o lentes de contacto adecuadas

Es importante corregir el defecto refractivo (miopía, hipermetropía o astigmatismo) que se tenga, usando gafas o lentes de contacto con la graduación correcta, para evitar el esfuerzo visual y la fatiga ocular, que pueden favorecer el desprendimiento de retina.

Proteger los ojos de los rayos ultravioleta

Es importante usar gafas de sol con filtro UV, o lentes de contacto con protección UV, para evitar el daño que los rayos ultravioleta pueden causar en la retina, el cristalino y la córnea, y que pueden favorecer el desprendimiento de retina.

Evitar los traumatismos oculares

Es importante proteger los ojos de posibles golpes, caídas, objetos extraños, sustancias químicas o radiaciones, que pueden causar lesiones en el ojo y provocar roturas o desgarros retinales, o hemorragias en el vítreo, que pueden favorecer el desprendimiento de retina. 

Para ello, se recomienda usar gafas protectoras o cascos cuando se practiquen deportes de riesgo, se realicen trabajos peligrosos o se manipulen productos irritantes.

Controlar las enfermedades sistémicas

Es importante controlar las enfermedades que afectan al organismo en general, como la diabetes, la hipertensión arterial, las enfermedades autoinmunes, las enfermedades infecciosas o el síndrome de Marfan, que pueden alterar la circulación sanguínea o la producción de líquido en el ojo, y causar un desprendimiento de retina exudativo.

Conclusión 

El desprendimiento de retina es una condición grave que puede afectar a la visión y provocar ceguera si no se trata a tiempo. Se produce cuando la retina se separa del epitelio pigmentario, impidiendo su correcto funcionamiento. 

Puede tener diferentes tipos, causas, síntomas, diagnóstico, tratamiento y prevención. El desprendimiento de retina es una urgencia médica que requiere atención inmediata, ya que puede provocar una pérdida irreversible de la visión si no se trata a tiempo. 

Por eso, es importante reconocer sus síntomas y acudir al oftalmólogo lo antes posible. El tratamiento del desprendimiento de retina puede consistir en láser, crioterapia, retinopexia neumática, esclerectomía o vitrectomía, según el caso.

El desprendimiento de retina no se puede prevenir por completo, pero se pueden tomar algunas medidas para reducir el riesgo, como realizar revisiones oftalmológicas periódicas, usar gafas o lentes de contacto adecuadas, proteger los ojos de los rayos ultravioleta, evitar los traumatismos oculares y controlar las enfermedades sistémicas.

¡Comparte la nota!
WhatsApp
Facebook
Twitter
LinkedIn

Más notas de interés

Especialidades

Contactanos

Menu