Trasplantes de córnea: Guía completa para pacientes

Editorial

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La córnea es la capa transparente que cubre la parte frontal del ojo y que permite el paso de la luz hacia la retina. La córnea tiene una función esencial en la visión, ya que ayuda a enfocar las imágenes que percibimos. 

Sin embargo, algunas enfermedades o lesiones pueden dañar la córnea y afectar su transparencia, su forma o su grosor, provocando una disminución de la calidad visual, dolor o incluso ceguera.

Cuando los tratamientos médicos o las lentes de contacto no son suficientes para restaurar la visión o aliviar los síntomas, una opción que puede ofrecer una solución definitiva es el trasplante de córnea. Esta cirugía consiste en reemplazar la córnea dañada por una córnea sana procedente de un donante fallecido.

Si estás pensando en someterte a un trasplante de córnea o quieres conocer más sobre esta cirugía, sigue leyendo y descubre si es la solución para ti.

Tipos de trasplantes de córnea

No todas las córneas se dañan de la misma manera ni en la misma extensión. La córnea está formada por cinco capas: el epitelio, la membrana de Bowman, el estroma, la membrana de Descemet y el endotelio. Dependiendo de qué capas estén afectadas y cuál sea la causa del daño, se pueden realizar diferentes tipos de trasplantes de córnea.

Los principales tipos de trasplantes de córnea son:

Trasplante de córnea penetrante o queratoplastia penetrante

Es el tipo más antiguo y más frecuente de trasplante de córnea. Consiste en reemplazar todas las capas de la córnea por una córnea completa del donante. Se utiliza cuando hay un daño difuso o profundo que afecta a toda la estructura corneal. 

Trasplante de córnea lamelar anterior o queratoplastia lamelar anterior

Es un tipo de trasplante que solo reemplaza las capas anteriores de la córnea (epitelio, membrana de Bowman y parte del estroma), conservando las capas posteriores (membrana de Descemet y endotelio). Se utiliza cuando hay un daño superficial o intermedio que no afecta al endotelio. 

Trasplante de córnea lamelar posterior o queratoplastia endotelial

Es un tipo de trasplante que solo reemplaza las capas posteriores de la córnea (membrana de Descemet y endotelio), conservando las capas anteriores (epitelio, membrana de Bowman y estroma). Se utiliza cuando hay un daño selectivo del endotelio que provoca un edema o hinchazón corneal. Por ejemplo, en casos de distrofia de Fuchs, edema corneal post catarata o falla del injerto previo.

Cada tipo de trasplante tiene sus ventajas e inconvenientes, y el oftalmólogo será el encargado de valorar cuál es el más adecuado para cada caso. En general, los trasplantes lamelares tienen una menor tasa de rechazo y una recuperación más rápida que los trasplantes penetrantes.

Procedimiento del trasplante de córnea

El procedimiento del trasplante de córnea varía según el tipo de trasplante que se realice, pero en todos los casos se sigue un protocolo similar:

  • Preparación: Antes de la cirugía, se realiza una evaluación oftalmológica completa para determinar el estado del ojo y las medidas de la córnea. Se suspenden los medicamentos que puedan interferir con la coagulación y se evita comer o beber desde la noche anterior. Se recomienda ir acompañado al hospital y llevar ropa cómoda y sin accesorios.
  • Anestesia: La cirugía se realiza bajo anestesia local, sedación o anestesia general dependiendo el caso a tratar. 
  • Extracción de la córnea dañada: El cirujano utiliza un instrumento especial llamado trépano para cortar y extraer la porción de córnea dañada, ya sea de forma circular o en forma de burbuja, dependiendo del tipo de trasplante. El tamaño y la profundidad del corte dependerá de la extensión del daño y de las medidas de la córnea donante.
  • Colocación de la córnea donante: El cirujano coloca la córnea donante en el lugar de la córnea extraída, ajustando su posición y su curvatura. Luego, fija la córnea donante con suturas muy finas que atraviesan las capas corneales. El número y el tipo de suturas dependen del tipo de trasplante y de la técnica del cirujano. En algunos casos, se pueden utilizar adhesivos biológicos en lugar de suturas.
  • Finalización: El cirujano coloca un vendaje protector sobre el ojo operado y verifica que no haya complicaciones. El paciente es trasladado a una sala de recuperación donde se le administra medicación para el dolor y se le hace un seguimiento hasta que se recupera de la sedación. La cirugía suele durar entre 30 minutos y 2 horas, dependiendo de la complejidad del caso.

Riesgos y beneficios del trasplante de córnea

El trasplante de córnea es una cirugía segura y efectiva que puede mejorar significativamente la visión y la calidad de vida de las personas con problemas corneales. Sin embargo, como toda cirugía, tiene algunos riesgos y beneficios que hay que tener en cuenta.

Los principales beneficios del trasplante de córnea son:

  • Mejora de la visión: El trasplante de córnea puede corregir los defectos refractivos, las opacidades y las irregularidades que afectan a la visión. Según estudios científicos, el 95% de los trasplantes penetrantes y el 90% de los trasplantes lamelares logran una visión útil después de la cirugía.
  • Reducción del dolor: El trasplante de córnea puede aliviar el dolor causado por las úlceras, las erosiones o las bullas corneales que irritan la superficie ocular. Al reemplazar el tejido dañado por uno sano, se restaura la integridad y la sensibilidad corneal.
  • Mejora del aspecto: El trasplante de córnea puede mejorar el aspecto estético del ojo al eliminar las cicatrices, las manchas o las vascularizaciones que alteran la transparencia corneal. Al recuperar una córnea clara y uniforme, se mejora también la autoestima y la confianza del paciente.

Los principales riesgos del trasplante de córnea son:

  • Rechazo del injerto: Es la complicación más grave y más temida del trasplante de córnea. Ocurre cuando el sistema inmunitario del paciente reconoce la córnea donante como un cuerpo extraño y trata de eliminarla. El rechazo puede provocar inflamación, opacidad y pérdida de visión. El riesgo de rechazo varía según el tipo de trasplante, siendo más frecuente en los trasplantes penetrantes y menos usual en los lamelares. 
  • Infección del injerto: Es otra complicación grave que puede poner en riesgo la visión y la supervivencia del injerto. Ocurre cuando se produce una contaminación bacteriana, viral o fúngica de la córnea donante o de la herida quirúrgica. El riesgo de infección es mayor durante el primer mes después de la cirugía y se reduce con el uso de antibióticos profilácticos.
  • Complicaciones quirúrgicas: Son las complicaciones que pueden ocurrir durante o inmediatamente después de la cirugía. Algunas de ellas son: sangrado intraocular, desprendimiento de retina, glaucoma, catarata, perforación ocular, desplazamiento o pérdida del injerto, rotura de suturas, astigmatismo elevado o irregular, entre otras.

Cuidado postoperatorio y recuperación

El cuidado postoperatorio y la recuperación del trasplante de córnea son fundamentales para el éxito de la cirugía y para evitar las complicaciones. Estas son algunas recomendaciones que hay que seguir después del trasplante:

  • Uso de medicamentos: Es importante seguir las indicaciones del oftalmólogo sobre el uso de los medicamentos prescritos, que pueden incluir: antibióticos para prevenir las infecciones, antiinflamatorios para reducir la inflamación y el dolor, e inmunosupresores para evitar el rechazo..
  • Protección ocular: Es necesario proteger el ojo operado con un vendaje o un parche durante los primeros días después de la cirugía. Luego, se puede usar unas gafas oscuras para evitar la exposición a la luz solar directa y a los rayos ultravioleta.
  • Control oftalmológico: Es imprescindible acudir a las consultas periódicas con el oftalmólogo para evaluar la evolución del trasplante y detectar posibles complicaciones. El oftalmólogo realizará pruebas como: agudeza visual, presión intraocular, biomicroscopía, topografía corneal, paquimetría corneal, entre otras.
  • Rehabilitación visual: Es probable que después del trasplante se necesite usar lentes correctivas para mejorar la visión, ya que es normal que haya algún grado de astigmatismo residual. Las lentes correctivas pueden ser gafas o lentes de contacto especiales.

La recuperación del trasplante de córnea es un proceso lento y variable que depende de muchos factores individuales. En general, se puede decir que:

  • La recuperación visual es más rápida en los trasplantes lamelares que en los penetrantes.
  • La recuperación visual es más rápida en los trasplantes por causas no inflamatorias que en las inflamatorias.
  • La recuperación visual es más rápida en los trasplantes por causas endoteliales que en las estromales o epiteliales.
  • La recuperación visual es más rápida en los trasplantes por causas congénitas que en las adquiridas.

En promedio, se puede esperar que la visión mejore gradualmente durante los primeros 6 meses después de la cirugía, aunque puede seguir mejorando hasta los 2 años. La visión final dependerá de la calidad del injerto, de la adaptación del ojo y de la ausencia de complicaciones.

Conclusión

El trasplante de córnea es una cirugía que puede ofrecer una solución definitiva para las personas que sufren de problemas corneales que afectan su visión, su salud y su calidad de vida. El trasplante de córnea consiste en reemplazar la córnea dañada por una córnea sana procedente de un donante fallecido. 

Existen diferentes tipos de trasplantes de córnea según las capas que se reemplacen: trasplante penetrante, trasplante lamelar anterior y trasplante lamelar posterior. Cada tipo tiene sus ventajas e inconvenientes, y el oftalmólogo será el encargado de valorar cuál es el más adecuado para cada caso.

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